El chileno Joaquín Niemann, en una semana de rumores y de noticias afuera del campo, empató en el puesto once de la FedEx Cup en el cierre este domingo del The Tour Championship en East Lake, el campeonato que dio por concluida la campaña de la máxima categoría del golf mundial, con la tercera coronación del norirlandés Rory McIlroy. El campeonato final no tuvo la presencia del colombiano Sebastián Muñoz.
Niemann, que según se rumorea daría su salto a las LIV Series en las próximas horas, contó rondas de 64-67-69-69 para global de 269 (-11) en los 72 hoyos jugados en Atlanta, agregándose al -2 con el que comenzó en la siembra de los mejores 30 que disputaron este certamen.
Así, el austral se quedó como el mejor de los jugadores latinos en la campaña, con una resonante victoria en el Génesis Invitational y un par de Top-10 adicionales, uno de ellos en el BMW Championship la semana pasada. Niemann jugó en 24 campeonatos desde septiembre pasado.
Su compatriota Guillermo Pereira, otro que se dice pasaría a la liga árabe luego de la Presidents Cup, estuvo en el puesto 49 al final en la temporada, seguido por el argentino Emiliano Grillo (52) y Muñoz (54) como los mejores de la región en el balance final.
Pero sin duda, las miradas estuvieron encima de McIlroy, que logró su tercera FedEx Cup este domingo, en el remate de una temporada con sobresaltos y luchas. El norirlandés se quedó con el premio de 18 millones de dólares, una cifra astronómica que responde a las nuevas dinámicas del golf y el dinero en el golf al más alto nivel.
El nuevo campeón cerró con 66 (-4), con lo que superó al campeón del Masters, Scottie Scheffler, que hizo solo un birdie en el día para ‘score’ de 73. El surcoreano Sungjae Im retrocedió con un doble bogey en el 14 y aun así logró un 66 para empatar en segundo lugar con Scheffler.
McIlroy se refirió a la ronda final como un «espectáculo», y no solo por la multitud pro-McIlroy que coreaba su nombre en los hoyos finales. “Dos de los mejores jugadores del mundo dándose la mano (a la cabeza) en el mejor circuito. Eso es algo único”, dijo con algo de sorna McIlroy, que se ha convertido en el abanderado del PGA Tour en su lucha contra las LIV Series.
McIlroy necesitó mucha ayuda de Scheffler, siembra número uno de la semana y que comenzó con una ventaja de dos golpes, la cual nunca perdió hasta el hoyo 70. Scheffler, con birdie en cuatro de seis hoyos el domingo por la mañana para terminar la tercera ronda, tenía ventaja de seis golpes y la perdió en los primeros siete hoyos.
Y luego fue emocionante hasta el final, una tarde deslumbrante en East Lake que se convirtió en un match de gran factura. McIlroy embocó para birdie de 30 pies en el 15 para empatar en el liderato, mientras que Scheffler fallaba desde diez pies para bogey en el 16, haciendo pares de allí en adelante.
McIlroy ganó en 2016 en desempate su primera FedEx Cup. Luego, volvió a imponerse en 2018. Y ahora, en una temporada complicada por cuenta de la lucha con los árabes, McIlroy y su victoria cobra un gran sentido. Esta semana, junto con Tiger Woods lideró una reunión trascendental solo para jugadores la semana pasada que condujo a cambios significativos en el futuro.
“Creo en el juego del golf. Creo en este tour, en particular. Creo en los jugadores de este tour”, dijo McIlroy en la presentación del trofeo. “Es el mejor lugar del mundo para jugar, sin excepción, y eso que he jugado en todos lados”, puntualizó.